La envidia no es solo una emoción negativa que alguien experimenta en silencio. Es una energía densa, que viaja sin palabras, que se oculta detrás de una sonrisa fingida o un "te felicito" sin alma. No siempre se nota... pero siempre se siente. A veces no se manifiesta en actos directos, si no con miradas, silencios, cambios sutiles en el trato. Y tú lo sabes, porque tu cuerpo lo percibe, tu intuición lo avisa y tu alma te susurra: ¡Cuídate!
La envidia no nace porque tengas mucho. Nace cuando tu luz incomoda. Cuando ve en ti el reflejo de todo lo que no se ha permitido ser. Cuando tu crecimiento expone la zona cómoda de quien ha elegido quedarse estancado. No te envidian solo por tu éxito, te envidian porque además te atreviste. Dicen por ahí "Todos quieren verte bien, pero ninguno quiere verte mejor que ellos".
¿Qué podemos hacer para prevenirla? No podemos evitar que los demás sientan como sienten. Tampoco se trata de esconderse. Pero si de entender que no todo el mundo merece conocer tus planes, ni tener acceso a tu energía. Tenemos que entender que todo y todos estamos conectados y que esa energía densa puede causarnos inconvenientes, interferir en lo que deseamos lograr y por ello debemos ser prudentes.
Esto no es nada nuevo, desde tiempos bíblicos, ya se conocía de la capacidad de la envidia de hacer daño. Muchos conocemos sobre los 10 mandamientos que Dios le dio a Moisés, para que instruyera a su pueblo. El último de esos mandamientos dice "No codiciarás los bienes ajenos", ¿Y que otra cosa puede ser eso sino envidia? Imagina que es El Supremo quien la pone a la misma altura del robo, del asesinato, de la calumnia, de la traición, de faltarle a los padres y de no darle importancia, ni respeto a La Divinidad!!!!! Así de simple, pero así de fuerte.
Por eso hay que cuidarse de ella. ¿Cómo podemos hacerlo?
.-Guarda silencio mientras siembras: no comentes de tus planes, ni de tus sueños a quien no le tengas confianza.
.-Rodéate de quienes celebran tu alma, no sólo tus logros
.-Usa tu intuición como escudo: si algo se siente raro... seguramente lo es.
Pero no siempre nos encontramos vibrando alto, somos humanos y vamos transitando por una materialidad que nos reta y nos hiere, para la que no siempre estamos preparados. Y a veces nos pilla algo de esa mala energía. Pero todo se limpia y tú puedes librarte de esa densa energía. Además hay algunos elementos que pueden contribuir a protegerte:
.- Baños de hierbas amargas
.- Baños de sal
.-Velas intencionadas de limpieza
.- Amuletos de protección
.- Minerales protectores como la turmalina negra
.- Sahumerios; y sobre todo
.-Practicar tu conexión espiritual con oración, meditación y con afirmaciones de protección y luz.
Tu luz no es el problema. El problema es que hay quienes no han aprendido a encender la suya. No la apagues. No expliques. No justifiques. Lo sagrado no se comparte con cualquiera. Tú sigue creciendo. La envidia no se combate: Se trasciende. Y todo lo que vibre más bajo, más tarde o más temprano cae por su propio peso.